#Agregados a la otra realidad, novela de David Silvestre Valor
Con esta sinópsis, que la encontraremos en Amazon.es, comienza la historia que nos narra David Silvestre.
Pocas veces tenemos la suerte de encontrar a jóvenes autores con una narrativa sorprendente. En su día, ya comenté que conocer a Edgar Lorenzo Matos (Por ti no me rendiré, finalista del XIV Premio Odisea), había sido lo mejor del premio.
Me fascina que en la actualidad hayan jóvenes que se sientan atraídos por la literatura. Creía que estaba decayendo, pero, para mi sorpresa (y alegría, que todo hay que decirlo), me equivoqué.
Al leer la sinópsis de "#Agregados a la otra realidad", me bajé los dos
capitulos gratuítos... y a los diez minutos, no dudé en comprarla, ya
que me atrapó.
Tenemos tres realidades bastante diferentes. Ángel trabaja de Drag, Mario se debate entre la aceptación de lo que supone "salir del armario" y las constantes decepciones. Miguel, tiene un concepto sobre la vida con su pareja que le permite llevar una vida paralela.
Durante la narración, perfectamente narrada y sin aires de grandeza, nos encontramos con la realidad del colectivo gay y de las diferentes plataformas sociales que existen para relacionarse. No deja de resultarme chocante que, a estas alturas, se siga con la búsqueda de "lo más y lo mejor". Dejando a un lado lo que ofrecemos, parece que se continue con la creencia de que algo maravilloso y tremendamente fantástico nos espera al girar la esquina... cuando la realidad es que, una vez sales del armario, en más de una ocasión te replanteas el volver a meterte cuando compruebas que, ni es tan fantástico como parece y, el formar una pareja, no es nada sencillo.
Los prejuicios, siguen a la orden del día.
En las tres personalidades que ha creado David Silvestre, se evidencia la búsqueda de la felicidad, las trabas que surgen cuando crees que alguien es el adecuado y, por supuesto, el sentimiento de fracaso cuando aceptas que, lo que hay delante, es lo que hay.
Nos guste o no, la realidad a la que nos agregamos, no cambiará. Es inútil luchar contra un sistema que está implantado desde que el colectivo gay decidió aditivar la diversión, con el sexo. Si te gusta, adelante, eres totalmente libre y nadie te juzgará, por contra, si consideras que ser homosexual es algo más que una infinita lista de encuentros íntimos, siempre puedes abstenerte. Ya sabemos: para gustos, los colores.
Llegar al final de la historia no supone ningún esfuerzo, las páginas pasan una tras otra inmerso en la "otra realidad". Una buena lectura.
La aconsejo, sin dudarlo.
Buen trabajo, David.
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